domingo, 5 de junio de 2011

La vida muchas veces nos pone a prueba. Muchas veces nos hace caer tan ondo que a penas podemos ver la luz del día y soñamos, con ese día en que las cosas comiencen o simplente terminen con ese dolor que no se pienta en la piel pero que puede sentirse en el fondo. Y podríamos decir que esperamos, un día, estar sin preocupaciones, sin obligaciones, sin estar pendientes de los horarios ni de las calificaciónes o cualificaciones que las demás personas nos otorgan. Vivimos bajo presión, siempre corriendo de aca para alla, sin tener conciencia del tiempo que perdemos creyendo que lo ganamos. La vida es mucho más que esa presión que te hunde, mucho más que esa satisfacción que da el dinero o el placer. A mi me gusta disfrutar del viento, de la lluvia, del sol, de correr por las colinas para poder llegar a la cima y apreciar la vista. Y si bien todo allá abajo, parece estar derrumbandose a cada minuto que pasa, nuevas familias destruyendose, sueños estrellandose unos con otros, acá arriba, sin nada en que pensar, puedo entender que todo lo que pasa allá abajo es vida. Todo lo que pasa día a día, sea caernos o levantarnos, es parte de todo este largo trayecto a recorrer. Y qué mierda importa cuanto dure, que se interponga, quien diga cosas que no son, quien nos juzgue, siempre venceremos si estamos convencidos de que lo que queremos (más allá de las idas y vueltas) es vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario