martes, 23 de agosto de 2011

Me acuerdo todavía cuando me dijiste que no ibas a poder conmigo. Con lo que soy. Con mis defectos. En ese momento, quise mandarte bien a la mierda, comprar un muñequito y clavarle muchas agujas para que sientas como tus palabras descuidadas me lastimaron a mi. Pero luego pensé, en todas esas veces, en que estuviste para mi, esos momentos en que me tomaste la mano y me dijiste que todo estaría bien aún sabiendo que no era verdad, que la verdad era dura. Y si, odiame por quererte asi. Odiame como yo me odio por recordarte como si fuese ayer cuando hablabamos con total normalidad. Culpame.

lunes, 22 de agosto de 2011

Pensar que haciendo algo por segunda, tercera, cuarta vez va a traer resultados distintos, es estúpido. Pensar que si no le hablo por un mes va ser distinto, es estúpido. Pensar que va a llorar o suplicar que regrese a su lado, es totalmente estúpido. No hay nada más estúpido que estar con alguien que le da lo mismo si te tiene o no, y eso es lo más triste y doloroso que puede sufrir una mujer cuando está enamorada. Incluso es estúpido luchar por alguien que es de una forma y nunca en su vida va a cambiar. No. Definitivamente no. Nadie cambia de la noche a la mañana. Nadie cumple una promesa que ya prometió tres veces antes. Si no lo hizo, no lo va hacer. La solución es aprender a dejarlo ir y esperar que el tiempo traiga algo mejor.