domingo, 6 de febrero de 2011

¿Quien dijo que el amor no cuesta caro?

Estoy de acuerdo en que quizás, decir lo que sentimos nos deja desnudos ante alguien (literalmente hablando), le damos el regalo más grande e importante, mejor envuelto, de todos: el corazón y muchas veces en el vano intento, lo perdemos. Y no importa cuanto luches después por volver el tiempo atrás, aunque te arrepientas luego de haberlo hecho, hecho está. El amor es lindo pero convengamos que cuando se pierde es lo más horrible que te puede pasar en la vida. Todo aquello que antes era color de rosa se vuelve gris, los días te parecen largos (infinitos) y al mismo tiempo, relativos. No importa si dormís, comes, estudias, corres, caminas, paseas, en tu cabeza esa persona está constantemente volviendo para atormentarte a través de esos recuerdos que antes tanto amabas idolatrar. Siempre digo que si uno siente algo, debe de arriesgar hasta la vida por ese sentimiento. Es ese momento, ese instante minúsculo en el que te das cuenta que darias la vida por esa persona en que debes decir las cosas que nos recorren la cabeza y hacen latir al corazón el doble de rápido. Las corazonadas no siempre se tienen en la vida y si se sienten, por algo es. Aún así, a quien se arriesgue debe saber que en los juegos de la vida, se puede perder como ganar.¿Quien dijo que el amor no cuesta caro?. Para aprender a sentir, hay que jugarse la vida por los sentimientos.

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